Algunos ejemplos de aplicaciones de escritorio son: Windows Live Messenger, iTunes, Adobe Photoshop, Microsoft Word, Excel, Limeware, Winamp, etc. Este tipo de aplicaciones tienen en común el hecho de que son ejecutadas directamente por el sistema operativo, ya sea Microsoft Windows, Mac OS X, Linux o Solaris, y su rendimiento depende de diversas configuraciones de hardware como memoria RAM, disco duro, memoria de video, etc.
Por otro lado, como ejemplos de aplicaciones web, tenemos las conocidas redes sociales como Facebook y Twitter, tiendas virtuales como E-Bay y Amazon, la enciclopedia en línea Wikipedia, el buscador Google, etc. Dado estos ejemplos, cabe mencionar que la principal característica de las aplicaciones web es que son ejecutadas sobre aplicaciones de escritorio que son conocidas como navegadores web, de los cuales los más conocidos son Google Chrome, Internet Explorer y Mozilla Firefox.
En los inicios de la computación, solo existía aplicaciones del tipo consola, posteriormente aparecieron las aplicaciones de escritorio basadas en GUI, y como toda evolución, en los años 90 con el nacimiento de Internet fueron surgiendo lo que hoy conocemos como aplicaciones web, que en ese entonces se limitaban a ser simples páginas de texto estático, pero que con el tiempo han ido tomando fuerza hasta llegar a lo que conocemos hoy en día…y lo que falta.
Una de las principales ventajas que presentan las aplicaciones web ante las aplicaciones de escritorio o consola es el hecho de que no dependen de ningún sistema operativo ni configuración de hardware especifica; para su ejecución simplemente basta con teclear su dirección URL en cualquier navegador web. De igual manera sus actualizaciones se hacen de una manera muy sencilla, sin necesidad de hacer descargas, instalaciones o comprar físicamente el producto.
Esta flexibilidad ha sido uno de los principales motivos por los que cada vez son más utilizadas para una creciente diversidad de tareas, aunque al día de hoy todavía no cubren todos los aspectos, puesto que hay aplicaciones de consola más aptas para ciertas tareas al igual que hay aplicaciones de escritorio para otras, principalmente para tareas de bajo nivel que hacen interacción directa con algún hardware.
En resumen, al día de hoy el uso de aplicaciones web es el más apto en aplicaciones de tipo Intranets, Administración de la relación con el cliente (CRM), Planeación de recursos empresariales (ERP), Puntos de venta distribuidos, Comercio Electrónico, Publicidad, y por supuesto, cualquier actividad que tenga que ver con Internet.